The Expendables (que podría traducirse mejor como "los prescindibles") es una película que no aporta nada nuevo al cine del acción, una de esas películas que no traen nada que no hayas visto ya, que no hayas disfrutado mil veces y que no suponen un paso adelante en la evolución del género. Podría parecer que no me ha gustado, pero en realidad, todo lo que he expuesto antes era exactamente lo que me esperaba y lo que
Sylvester Stallone se ha preocupado de mantener y potenciar. Estamos ante una película que no aporta nada nuevo, como digo, pero que lo aporta en unas cantidades dignas de sobredosis. Y ése es precisamente su gran acierto.
Pero antes de criticar la película tengo que hablar del cine de acción y su evolución desde mediados de los 90, porque no existiría (ni tampoco el hype que los fans nos hemos creado) sin esta evolución. Es muy difícil decidir cuál fue la última película que puede englobarse en el "
Actioner de los 80", el cambio en el estilo de las películas de acción fue tan paulatino que apenas nos dimos cuenta entre las hostias duras, secas y brutales que repartía
Bruce Willis en
El Último Boy Scout, y las coreografías de hostias protagonizadas por
Blade y llevadas al extremo del estilo con
Neo de la trilogía
Matrix. Lo que sí que fuimos echando de menos fue la
socarronería de los héroes. Esa capacidad para pensar y soltar la línea perfecta mientras te están machacando a patadas contra el suelo y lo único que debería salir de tu boca es sangre y quizá algún diente. Esos
"Dame fuego y si me vuelves a tocar, te mato",
"Nos vemos en la fiesta" (mientras tiras los brazos amputados de tu rival por el hueco del ascensor),
"Me da igual, nunca compro aquí" (dicha a dos pasos de un terrorista vestido con C4 que amenaza con volar todo el supermercado en el que están si el prota se mueve aunque sea un centímetro),
"¿Te acuerdas de cuando te dije que te mataría el último? Mentí." (si podéis, vedla en VO, redescubriréis Commando),
"Por favor, no despierten a mi amigo, está muerto de cansancio" (a las azafatas del vuelo en el que acaba de matar a un tipo),
"Ven a California, aquí hace calor. Lo pasaremos bien." (imitando a su mujer mientras avanza por el hueco del aire acondicionado de un rascacielos que ha sido tomado por terroristas), el mítico
"Oiga, no me joda señorita, ¿le parece que estoy encargando una pizza?" etc. etc, etc. etc. etc.
Esa noción, representada magistralmente en el personaje de
El Comediante de
Watchmen, duro donde los haya, fascista donde los haya y socarrón entre los socarrones, cuyas últimas palabras son, risa amarga incluida,
"Todo es un chiste". Quizás el cambio paulatino fue menos notorio porque al principio, los héroes de esas películas de acción, que empezaban a alejarse del estilo actioner de los 80, estaban encarnados por los actores de ese cine, valga el ejemplo de Blade, que es socarrón, pero no podría con
John McLane en un duelo verbal (treinta años de policía recibiendo mamporros en todas las facetas de la vida te dan esa perspectiva que jamás tendrá un medio-vampiro que se oculta de la gente, ¿no creéis?). Después, los héroes de acción fueron rejuvenecidos por los productores, buscando actores nuevos que no tenían, en la mayoría de los casos, ni el carisma ni la trayectoria en las pantallas (y me refiero a lo que ya esperaba el público de ellos, no a una carrera que no podrían tener por su jueventud) de los viejos rockeros. Así, llegamos al Neo de Matrix, con
Keanu Reeves (que al menos había hecho Speed), al
Tobey McGuire que interpreta (y muy bien) al
Peter Parker de
Spiderman, incluso al Brendan Fraser de La Momia (socarrón y divertido, pero evidentemente alejado del cine de acción), el
Ethan Hunt de
Tom Cruise... también pasaron por el tamiz de la revisión Tarantiniana y convirtiéndose en filósofos de la calle, que ocupan incluso más tiempo en filosofar sobre la vida que en dispararle a la gente. Por supuesto no quiero decir que todo esto fuera algo negativo o que fuera un mal cine y no lo disfrutara, todo lo contrario, lo único que resalto es que los tiempos y las audiencias cambian y el tiempo de los
durísimos del cine había pasado.
Stallone desapareció de las pantallas (apenas le recuerdo como malo en una de la saga Spy Kids),
Schwarzenegger se convirtió en político (curiosamente, igual que uno de sus compañeros,
Jesse Ventura (Depredador, 1987) que fue Gobernador de Minessotta) y Bruce Willis, probablemente el mejor actor de los 3, reconvirtió su carrera sin por ello abandonar el cine de acción del todo (incluso tiene su propia despedida del género,
16 Calles, dirigida por Richard Donner),
Mel Gibson ganó un Oscar al mejor director y decidió tirar a la basura su imagen pública... pasó el tiempo suficiente para empezar a considerar algunas de las películas de acción como clásicos, joyas u obras maestras del género (incluso aunque no haya ningún gran estudio sobre este
microgénero, como bien dicen en el artículo de The Expendables de la Imágenes de Actualidad de este verano), para que los jóvenes que habían crecido sin alimentarse de los viejos actioner en sus pantallas volvieran sus intereses hacia ese cine, quizá excesivo, desfasado, macarra... pero primordial y absolutamente entretenido. Y, tan paulatinamente como desapareció de nuestras pantallas, el
actioner de los 80 está intentando regresar. La
cuarta entrega de La Jungla de Cristal, el
Equipo-A (que a mí me resultó muy divertida, aunque se desinfle un poco a partir del comienzo del clímax), el hecho de que uno de los personajes más recordados del género en el periodo entre el
actioner y su regreso sea el
Riddick interpretado por
Vin Diesel (que nos lo vendieron como un
malote de los de verdad, aunque luego no fuera para tanto, creo que McLane también podría con él en ese duelo verbal), algún título que mereció más suerte, como
The Rundown (especialmente si hubieran respetado el montaje original, mucho más cachondo que el estrenado en salas, y que, además, contiene una despedida especial en forma de cameo de Schwarzenegger pasándole el testigo a
Dwayne "The Rock" Johnson)... hasta que Stallone reapareció.
Quería cerrar las historias de sus dos personajes principales, Rocky y John Rambo, darles una despedida más digna que lo que hubieran sido las últimas entregas de las respectivas sagas si se hubieran quedado como estaban.
Rocky Balboa no estaba del todo mal, de hecho si lo pienso es de las que más me han gustado de la saga, y puso de nuevo a Stallone en la posición de poder dirigir sus propios proyectos, así que llegó
Rambo, un poco más cara, mucho más violenta que sus predecesoras y recogió, en general, críticas decentes y taquillas interesantes. Así que Stallone puso sobre la mesa su gran proyecto:
The Expendables. Empezó a reclutar a todos los grandes actores del actioner de los 80 que pudo (
negativas de Wesley Snipes, Jean-Claude Van Damme, Steven Seagal entre otros, aunque se habrán quedado sin excusas para sus fans en la más que posible secuela), junto a otros héroes de acción actuales, consiguiendo un reparto para el que no encuentro una descripción mejor que "cojonudo". ¿La película de qué va a ir? ¿Qué importa? vamos a tener a Schwarzenegger, Willis y Stallone juntos, echándose pullas en una secuencia y lo demás, pues ya sabes, tiros, explosiones, macarradas... Cualquiera que crea que no puede disfrutar con esta descripción, que no se acerque por la sala, porque exactamente eso es lo que hay en la película, pero en océanos de sangre, montañas de tripas, atmósferas de fuego y desiertos de balas y cuchillos, todo envuelto con la religión de lo macarra. A este actioner, le han metido esteroides. Es cierto que esta violencia extrema quizás se salga un poco de lo que eran las películas de acción que añoramos, pero la verdad es que le viene como lanzagranadas a Arnold.
Entre los nuevos, el heredero natural de esta gente, el tipo que nació una década más tarde de lo que debería para ser estrella y una más pronto para ser John McLane en el futuro remake de esa saga, cuando Willis tenga 70 tacos; pero que al final ha encontrado su sitio y que espero que se quede ahí mucho tiempo para darnos nuestra dosis de actioner:
Jason Statham. Un ligeramente desaprovechado
Jet Li, cercano a la cincuentena (yo le creía más mayor), que se pega en una secuencia con un gigantesco (a su lado)
Dolph Lundgren más chulo, sediento de sangre y acelerado que sumando todas sus películas anteriores. Dos armarios como
Randy Couture y
Steve Austin para que se den mamporros a lo wrestling en medio de las llamas de una explosión acorde con sus tamaños. Terry Crews con sus bombas nucleares tamaños bala y David zayas ascendido a dictador de república bananera conuna hija tan sexy como rebelde. Toma ya. También están por ahí el Sr. Iglesia y el que quiere ser presidente, un Eric Roberts haciendo de hombre sin escrúpulos de una manera tan convincente que dirías que no le cuesta en absoluto, y, por supuesto, Mickey Rourke, cuya cara de plástico le convierte en el perfecto Expendable retirado, el abuelo cebolleta de esta panda de viejos rockeros que les cuenta historias con la pipa en la boca y se puede permitir sacar un poquito de la oscuridad y la afectación de décadas de matanzas sin gloria.
Pocas veces puedo decir que una película me da exactamente lo que le había pedido. Es cierto que algunas cosas no me dejaron satisfecho del todo, por ejemplo la citada pelea entre Jet Li y Dolph Lundgren, o lo poco aprovechados que están los tres expendables que no son ni Stallone ni Statham, que por cierto, forman una buena pareja para una
buddy movie. Me quedo con ganas de ver una secuela en la que el rival es Schwarzenegger liderando su propio equipo de expendables. Ahí lo dejo.
Valoración: 4 UNIDADES APROVECHABLES
(+1 para los fans del actioner, claro)
+ Lo Más Aprovechado: La necesidad de los fans de ver algo así apra llevarlo a un extremo tan cachondo (si lo sabes ver, claro)
- Lo Menos Aprovechado: Jet Li.
Ficha en
Imdb. Nota 7,7 en el momento de la crítica.
¿Éxito o fracaso? De momento es un éxito. Se puso nº1 en la taquilla americana (parece que necesitábamos algo así) y la respuesta mundial todavía es imprecisa, faltan muchos mercados por estrenarla, pero todo hace pensar que, si bien no va a ser un Ávatar, sus resultados sí que van a ser muy satisfactorios y darán pie a una secuela. Espero.
Trailer en castellano.
Detrás de las Cámaras. A partir de este vídeo se pueden encontrar las otras partes del documental completo, sólo en inglés, me temo.
Pelea de Jason Statham en la cancha de baloncesto.
"¿Qué es lo que has venido a buscar? Tu vida."
Conversación en la que Jet Li le pide más dinero a stallone porque "es más pequeño" que los demás. VO sin subtítulos.
Anuncio para televisión, con fragmentos de la escena con el padre, el hijo y el espíritu santo del actioner.
Parodia de Jimmy Kimmel con el reparto original. Los Expendables solucionan problemas.