lunes, 29 de diciembre de 2008

WALL-E, de Pixar. No hay nada más que añadir.




"Sólo necesitabas que alguien cuidara de tí".

Ví Wall-E hace bastante tiempo, antes de abrir el blog y parece mentira que me halla resistido a hacer la crítica de la que considero mejor película de 2008. Aprovechando que me han regalado el DVD estas navidades (gracias Dunia) y que he vuelto a verla, pasado un tiempo de su estreno y el impacto que me produjo, voy a hacer esa crítica ahora.

Wall-E no se parece en nada al resto de películas de Pixar, de hecho, no se parece en nada a ninguna otra película y ése es uno de sus grandes aciertos. Bueno, teniendo en cuenta que tiene múltiples referencias a películas de ciencia-ficción, debería aclarar este punto: Wall-E es una película diferente a las demás, no es que no se parezca a otras, tiene elementos comunes al propio lenguaje cinematográfico que plantea, a las situaciones de comedia, a los efectos de sonido de otras cintas, a personajes de otras películas... pero es diferente, es una obra autónoma, mucho más adulta que el resto de películas de Pixar y completamente diferente a cualquier otra película estrenada este año.

Me recuerda a lo que fue 2001: Una Odisea en el Espacio en su momento, aunque teniendo en cuenta que su público debería ser infantil y familiar, su lenguaje, a priori, es mucho más accesible que el de la obra maestra de Kubrick. Y esto no es malo. Seguramente conoceréis a mucha gente que se aburrió viendo 2001, esto no pasará con Wall-E. Es muy posible que encontréis a espectadores que no entendieron el mensaje de 2001, esto tampoco pasará con Wall-E. Es una obra de arte para todos los públicos, pero sigue siendo una obra de arte.

En los tiempos en los que Pixar estaba terminando Toy Story, el primer largometraje hecho en animación digital, las grandes cabezas pensantes de la compañía (John Lasseter, Andrew Stanton y otros) tuvieron una reunión en la que perfilaron ideas para películas futuras, incluyendo Bichos, Monstruos SA, Buscando a Nemo y Wall-E. Ahora bien, no descubriré a nadie la increíble grandeza de este estudio y de las obras que surgen de él, los títulos que he nombrado lo atestiguan, tanto por calidad como por popularidad. Pero si el tiempo ha marcado el desarrollo de Pixar como empresa, también lo ha hecho con sus obras y Wall-E es el mejor ejemplo. Teniendo en cuenta el cambio climático y las consecuencias de la sociedad de consumo, que bien podrían haber estado presentes en la idea original de Wall-E, han optado por dirigirla a un público más global, más grande y mayoritario, no sólo a los niños. Han incluído por primera vez referencias directas a eventos actuales (la imagen del presidente de B&L, la macrocorporación que dirige los designios humanos en Wall-E, recuerda tanto en forma como en tono al presidente George Bush y aunque no es algo directo, es claramente intencionado) y a preocupaciones actuales. Eso es importante en un estudio familiar como Pixar.

Wall-E presenta un planeta inerte, yermo y deshabitado sin contar al último robot y a la cucaracha que le acompaña, cubierto de basura compuesta por trastos inútiles, que ha sobrevivido al paso de los años por la desaparición de toda vida en el único planeta con vida que conocemos. Es uno de los comienzos más arriesgados y tristes que se han visto en una comedia familiar, ya sea de animación o de imagen real. Aunque descubramos de forma concisa y divertida la vida y la personalidad de Wall-E en los primeros minutos, es difícil no pensar en la absoluta tristeza del mundo en el que vive y trabaja. Los humanos, presentados como consumistas a los que no les importa el dinero (ni a la empresa que les suministra todo tampoco, ya que el objetivo es el control absoluto de la civilización, otra idea bastante alejada del público infantil y que subyace por toda la cinta), el trabajo, ni el universo que les rodea... están tan consumidos por su sociedad de incomunicación (no se tocan y sólo se comunican mediante pantallas, la secuencia en la que dos humanos, hombre y mujer, se tocan por primera vez es tan simple como efectiva) y abotargados por ofertas de ocio que han dejado de satisfacerles. Incluso aquellos que tienen acceso a la información, como el capitán del Anxiom, no hacen uso de ella y sólo, cuando por casualidad se encuetra con esa infromación, cuando comienza a comprender cosas y a emplearse activamente por cambiarlas (otro mensaje subyacente y efectivo, subrayado por la sintonía de Así hablo Zaratrusta). También los robots que sirven a los humanos comienzan a pensar por sí mismos con la interacción de Wall-E, que aislado del resto ha desarrollado una personalidad propia (la escena en la que el pequeño robot M-O, que se dedica a limpiar de contaminantes externos todo lo que pilla, decide saltarse literalmente la línea establecida es igual de eficaz que las anteriores y tremendamente importante en la película).

Tal y como decía el psicólogo encargado de los prisioneros de los Juicios de Nurembreg, que se propuso definir la maldad, "el mal es la falta de empatía", y cuando los personajes, humanos y robots, de Wall-E comienzan a interactuar directamente unos con otros, es cuando comienzan a vivir de verdad ("no quiero sobrevivir, quiero vivir" dice el capitán).

Por otro lado está la historia de amor de la película. Una relación que podría haber incitado a las iras del público más extremista, porque es una relación asexual (va mucho más allá del tema homosexual o multisexual, ya que ni Wall-E ni Ev-E tienen sexo como tal), pero está contada de tal forma que le resultaría emocionante hasta al más enconado de los extremistas religiosos. Como justificación, y es algo que se pierde en el doblaje español (no voy a entrar a discutir sobre si el doblaje es adecuado o no en este momento, lo dejo para otro artículo), Wall-E malinterpreta el nombre de Ev-E y es a partir de ahí cuando comienza su enamoramiento de "ella" (Wall-E es incapaz de pronunciar el nombre de Ev-E correctamente y lo pronuncia con una A final alargada, para cubrirse muy inteligentemente las espaldas los autores, algo que se agradece). Una historia de amor sin más palabras que los nombres de sus protagonistas e "instrucción" ("directive" en inglés). All you need is love, vaya. Todas estas cosas convierten a Wall-E (también) en la película perfecta para una primera cita. Nada de azúcar y diálogos rebuscados para expresar sentimientos, esto robots lo hacen todo con apenas dos ojos, dos manos, y un diseñador de sonido en la cúspide de su creación.

Ben Burtt. No se cuántos Oscars y premios técnicos acumula este hombre, pero como este año no se lleve el correspondiente en los Oscars será el robo más descarado desde los efectos especiales a Titanic en vez de a Starship Troopers. Su trabajo en esta cinta es sencillamente increíble (junto con TODOS y digo TODOS los demás departamentos), dando voz a Wall-E sin usar ninguna voz humana, sino sólo sonidos electrónicos y alterados. Y se le entiende perfectamente. Sencillamente espectacular.

Todo esto en una hora y media, con 45 minutos sin diálogos, un ritmo perfecto y unas dosis de comedia slapstick perfectamente engarzadas hacen que la película sea un evento a no perderse, un "must-have" de ésos que hablan los yankis. Y después de la película todavía nos regalan con los títulos de crédito finales, entre los mejores de toda la historia del cine, que hacen un repaso a la historia de la pintura y sus estilos al tiempo que nos cuentan el renacimiento de la raza humana (no os los perdáis y volved a verlos si los dejásteis antes de tiempo). Aún está abierta la polémica sobre si debería o no ser nominada a la Mejor Película y no sólo a Mejor Película de Animación, algo que apoyo completamente, dado que sin duda es la película del año.

Esta vez, Pixar va a tener realmente difícil superarse, aunque ya he dicho esto otras veces.

VALORACIÓN: 6 UNIDADES APROVECHABLES (+1)

+Lo Mejor: Todo. Todo y TODO.
+Lo Más Aprovechado: El Sonido de Ben Burtt, pero sin despreciar la increíble labor de animación y del resto de departamentos, ya que está cerca de ser una película perfecta.
-No hay nada negativo, así que no lo busquéis en esta crítica.

¿Éxito o fracaso? Éxito, como todo lo que hace Pixar hasta la fecha, casi 650 millones de dólares en todo el mundo lo atestiguan.

Ficha en IMDB (nota 8,6)

Trailer de Wall-E:



Vídeo de Ben Burtt sobre el sonido de Wall-E:



Vídeo de SBARTSV sobre apariciones de Wall-E en las anteriores películas de Pixar:




2 comentarios:

  1. Ooooohhhh...

    P.D.
    peazo de entrada. maravilla wall e

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  2. Gracias. Para mí es la mejor película del año, sin discusión. De hecho hacía tiempo que no veía una película que me emocionase tanto, en todos los sentidos.

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NO MUERTO de Pablo Sánchez Blasco. ESTRENADO EN EL FESTIVAL DE GIJÓN!!!