martes, 9 de septiembre de 2008

Dias de Cine (2007). Metacine español.


Acabo de ver esta película, aunque se estrenara el año pasado. El equipo creativo de Dias de Fútbol (2003), se reúne de nuevo, ahora con más presupuesto y ambiciones. Su objetivo es retratar a la industria del cine español en los momentos posteriores a la muerte de Franco, es decir, en pleno Destape.
La película tiene como trama el rodaje y posterior estreno de una película de bajo presupuesto, lo que la emparenta, en cierto sentido, con el espíritu de la maravillosa Ed Wood (1994), pero, era de esperar, bajo el prisma del cine español actula. Y esto no lo digo a la ligera. no creo que se puedan encontrar fallos garrafales en cuanto a la ambientación y el vestuario, por no hablar de que el tema de un cine tan complicado de llevar a buen término siempre puede dar buenas historias. Pero el problema de Días de Cine es que, por mucho que pretenda evocar momentos históricos pasados, habla del cine español en la actualidad en los momentos más reveladores de la película. Y el tema del cine español es un tema complicado y espinoso...
Obviamente, una comedia de los creadores de la exitosa Días de fútbol, podría atraer al público a las salas, incluso a pesar de tratarse de una película española sobre el cine español. Atrajo a más de 100.000 espectadores a las salas, logrando superar el medio millón de euros de recaudación. Estas cifras, que a priori pueden sonar bien, reflejan el excaso éxito de una película que acabó siendo la número 29 en el ránking de películas españolas más taquilleras de su año, 2007. A años luz de las recaudaciones obtenidas por los dos grandes éxitos del cine español del pasado año, El Orfanato (con más de 24 millones de euros y 4 millones de espectadores) y REC (con algo más de 7 millones y 1.300.000 espectadores), pero también a años luz de lo recaudado en ese año, es decir, sólo en 2007, por una película de éxito estrenada el 10 de octubre de 2006. Me refiero a El Laberinto del Fauno (2006), que acumuló más de un millón y medio de euros y 300.000 espectadores en los primeros meses de 2007. Así pues estamos hablando de un nuevo fracaso comercial del cine español. Es probable que compitiera en cuanto a la atención de los espectadores, con películas estadounidenses de gran potencial comercial, que la piratería la perjudicara y que la mala imagen del cine español entre los jóvenes les hiciera huir de a una película basada en los 70, por mucha comedia que fuera. Con todo esto quiero decir que las aspiraciones comerciales de las películas españolas no son tan valorados como deberían ser. Es cierto que es una industria pequeña y que no puede destinar tanto dinero a publicidad como los blockbusters norteamericanos, pero debería empezarse a tener en cuenta los gustos del espectador para balancear un poco la imagen de nuestro cine. Hay muchos problemas y dificultades en el camino de reflotar al cine español, y los trataré en un artículo aparte, pero la primera piedra es pensar en lo que quiere ver el público. Un poquito.
Días de cine representa uno de los sectores más aplaudidos dentro del cine español, el género de la comedia, y, como comedia, funciona a medio gas. Durante la primera mitad de la película, entre presentaciones de personajes y los comienzos del rodaje, la comedia tiene sus mejores momentos, pero a partir de la mitad, más o menos, nos encontramos más con un drama cómico que con una comedia con todas las letras. Hay grandes momentos y grandes escenas (como el funeral del antiguo jefazo de la censura y lo que ocurre a continuación o la breve aparición de Ramón Barea), pero no los suficientes para ganarse el título de comedia. Entre los momentos de drama también hay buenos momentos (el productor durmiendo con su hermano evadido de prisión en el sofá de su oficina, la última aparición de Malena Alterio), pero es inevitable pensar en si el sabor que deja en los espectadores no sería muy diferente si el caudal del ritmo de comedia fuera de menos a más, en lugar de más a menos.
En el reparto destaca Alberto San Juan como el director primerizo que es manipulado para tergiversar su guión y su visión de la historia, y cuya interpretación no es constante (tiene momentos muy buenos y otros en los que no logra conectar con lo que está pasando). Nathalie Poza está más equilibrada, en un personaje un poco desagradecido, y siempre acompañada por un excesivo Fernando Tejero en su papel de séquito afeminado. Brilla, como casi siempre, Miguel Rellán, en el papel del productor de la película, un papel muy agradecido y apropiado para el actor, consiguiendo grandes momentos de drama sin decir nada y buenos momentos de comedia. Otro que alcanza grandes puntos, hasta que el personaje resulta excesivamente presente, es Andrés Lima, como el nuevo caudillo de la censura. El resto de secundarios, entre los que se encuentran Luis Bermejo en un papel francamente extraño, Diego Martín como un (correcto) ayudante de dirección primerizo con aspiraciones de más, Roberto Álamo en múltiples papeles, mejor en unos que en otros, y Malena Alterio en el personaje dramático de la película (no le han puesto ni un sólo chiste a la mujer), casi desaparecido y bastante desagradecido para una buena actriz.
Interesante, al menos en cuanto al cine español se refiere, es la secuencia final (ojo, no sigas leyendo si no has visto la película, pasa directamente al último párrafo) en la que se produce el estreno de la película de ciencia-ficción-musical-con desnudos que resulta del caótico rodaje. A pesar de ser la bazofia más infumable que se ha visto bajo una carpa en el territorio ibérico, al público, mira por dónde, le gusta. Todos están contentos, el productor porque puede hacer otra película, el distribuidor porque se va a forrar, los actores porque reciben los aplausos y piropos (fuera de tono o no) de los espectadores, todos... menos el director. La mente creativa y supuestamente artística de la película hace lo que cualquier artista que se precie haría: salir huyendo de esas oportunidades de hacer nuevas pelis malas, del dinero que puedan hacer y de los aplausos de un público que se ha divertido. Sale corriendo como alma que lleva el diablo, porque se juega su integridad y su honor de artista comprometido. Es una metáfora doble del cine español, lo que piensan de ellos mismos y de lo que hacen con respecto al público y sus apetencias.
Película inconstante, que, no obstante, disfruté un poco más que la anterior, Días de Fútbol (2003, de la que apenas recuerdo a Ernesto Alterio), de ritmo MUY inconstante, técnicamente correcta pero no apabullante, y que no quedará fijada durante mucho tiempo en mi memoria. Eso sí, tampoco ha sido un tiempo desperdiciado.
Datos, Fichas y Valoración en Unidades aprovechables.
Días de Cine (2007)
Estudio/Productora: Telespan 2000, Estudios Picasso y Lazona Films. distribuída por Buena Vista International Spain.
Producción: Tomás Cimadevilla
Dirección: David Serrano.
Guión: David Serrano, con la colaboración de Antonio San Juan (sale algo así en los créditos)
Música: Miguel Malla.
Fotografía: Kiko de la Rica.
Dirección artística: Luis Ramírez.
Montaje: Nacho Ruiz Capillas.
Reparto Seleccionado: Alberto San Juan (Federico), Nathalie Poza (Silvia Conde), Miguel Rellán (José María Culebras), Fernando Tejero (Fino), Luis Bermejo, Diego Martín, Roberto Álamo, Andrés Lima (Marcial Pérez Bustamante), Gerardo Malla (Francisco, AKA "Paco"), Malena Alterio y un pequeño cameo de Ramón Barea.
Datos de la Recaudación en 2007: 554.323,93 € y 108.267 espectadores.
Presupuesto: Desconocido.
¿Éxito o fracaso? Teniendo en cuenta el puesto 29 en el año de su estreno y las aspiraciones comerciales de la cinta, considero que es un fracaso comercial en toda regla.
Quería dar las gracias a LABUTACA.COM por permitirme encontrar los datos que me faltaban sin tener que poner de nuevo la peli (la ficha de IMDB está bastante incompleta) y que me permitieron incluir los nombres del músico, el montador y el director artístico.
VALORACIÓN: 3 UNIDADES APROVECHABLES.
+ Aprovechable: Miguel Rellán y lo poco de Malena Alterio que podemos ver.
- Desaprovechado: El potencial de comedia coral a la española que se diluye entre el drama de cada personaje (y del país, claro).
- Inconstante: El ritmo y el entretenimiento de la película.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

NO MUERTO de Pablo Sánchez Blasco. ESTRENADO EN EL FESTIVAL DE GIJÓN!!!